Gestión de la humedad prolongada
Exposición continua que causa degradación estructural, alteraciones químicas y pérdida de eficaciaLa humedad prolongada representa una amenaza insidiosa que actúa lentamente pero de manera devastadora, causando degradación estructural, alteraciones químicas irreversibles y compromiso de las propiedades funcionales de los productos. Durante almacenamientos de larga duración, transportes intercontinentales o permanencia en ambientes húmedos, incluso bajos niveles de humedad relativa pueden acumularse en el tiempo causando daños progresivos.
La protección contra la humedad de larga duración requiere sistemas eficaces como las bolsas desecantes Propasec y Propasil, que mantienen activa su acción absorbente durante largo tiempo, pero también Propacontainer, Propadry y Propadry Plus, diseñados específicamente para protecciones prolongadas como las de los contenedores marítimos.
Para las mercancías que necesitan ser almacenadas o transportadas a un grado de humedad constante en el tiempo, el producto más adecuado es Propadyndustry, que proporciona estabilización continua de la humedad incluso durante largos períodos, sin necesidad de sustitución.
Cuando es necesario rastrear la evolución de las condiciones ambientales durante toda la duración del almacenamiento o del transporte, el monitoreo continuo se puede obtener a través de SpotBot GL y ShockLog, mientras que para una indicación visual inmediata sobre la superación de los niveles de seguridad de la humedad, la solución ideal es Propasecard.
La gestión de la humedad prolongada requiere estrategias diferenciadas según la duración prevista y las condiciones ambientales. Para períodos muy largos, la integración entre sistemas de absorción de larga duración y un monitoreo continuo, permite mantener condiciones óptimas sin necesidad de intervenciones frecuentes. Esta protección extendida es fundamental para industrias como la farmacéutica donde los principios activos pueden perder su eficacia, la electrónica donde la humedad puede causar oxidación de los circuitos, y el sector automotriz donde los componentes metálicos deben mantener intactas sus propias características incluso después de largos transportes o períodos de almacenamiento que se prolongan en el tiempo.