Prevención de compresiones y rozamientos
Tensiones mecánicas continuadas que causan deformaciones permanentes, desgaste superficial y pérdida de calidad estéticaLas compresiones y los rozamientos representan formas de estrés mecánico que actúan gradualmente pero inexorablemente, causando deformaciones permanentes, desgaste superficial y compromiso de la calidad estética de los productos. Estos fenómenos son particularmente críticos durante los transportes, las superposiciones prolongadas y la manipulación de las mercancías.
Propaflex ofrece protección especializada para productos cilíndricos a través de su estructura lamelar que distribuye uniformemente las presiones y previene los rozamientos directos. Propafix es un angular que proporciona una protección óptima ya que se adapta perfectamente a los contornos de los productos, eliminando los rozamientos en los ángulos del embalaje y los puntos de presión concentrada que causan deformaciones localizadas.
Para aplicaciones que requieren resistencia superior a rozamientos y superposiciones, Stirofilm representa la solución ideal con su elevada resistencia mecánica y a la perforación, manteniendo una flexibilidad que facilita la aplicación. Esta película coextruida multicapa resiste eficazmente a rozamientos frecuentes y puede sustituir ventajosamente materiales rígidos tradicionales. Propathin T1500 combina alta resistencia con transparencia, permitiendo el control visual de los productos. Proporciona protección contra compresiones y abrasiones y es particularmente eficaz para productos angulosos como láminas de vidrio, mármol y componentes delicados.
La prevención de compresiones y rozamientos requiere materiales que combinen resistencia mecánica con capacidad de distribución de las fuerzas. La integración de estas soluciones protectoras permite mantener intactas las características estéticas y funcionales de los productos incluso durante manipulaciones intensivas. Esta protección es fundamental para sectores como el automotriz, donde los acabados superficiales son críticos, la electrónica donde incluso pequeñas deformaciones pueden comprometer los contactos, y la industria del mueble donde el aspecto estético determina el valor comercial del producto final.